Entre las principales causas de la dispepsia, están la dispepsia funcional o idiopática, la úlcera péptica, la enfermedad por reflujo gastroesofágico y el cáncer gástrico.
Cerca del 15 al 40% de la población, tiene síntomas dispépticos crónicos o recurrentes no investigados, señala un artículo de la Revista Colombiana de Gastroenterología. El mismo informe, calcula que uno de cada dos personas consultará a lo largo de su vida por síntomas dispépticos.
Este trastorno gastrointestinal, representa el 5% de la consulta en medicina general y alrededor del 20 al 30% de la consulta en gastroenterología. Además de lo que representa físicamente esta alteración digestiva, es importante su diagnóstico y tratamiento, porque a la larga, disminuye notablemente la calidad de vida de los individuos que la padecen.
Por ello, cada 29 de mayo, se celebra el Día Mundial de la Salud Digestiva, una iniciativa de la Organización Mundial de Gastroenterología (WGO), con el objetivo de incrementar el conocimiento sobre las enfermedades digestivas, así como impulsar su prevención y tratamiento, publica la Consejería de Sanidad, de la Junta de Castilla y León, España.
En este apartado, definiremos el concepto de la dispepsia, su clasificación, sus causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento. También desde Botica Barcia, te daremos a conocer la fórmula magistral para aliviar este problema intestinal.

¿Qué es la dispepsia?
Dispepsia, proviene del vocablo griego ‘dys’ que significa malo o difícil, y ‘pepto’ cocer o digerir, por ello se la define principalmente como mala digestión.
Por su parte, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, define a la dispepsia como una sensación vaga de malestar en la parte superior del abdomen o el vientre, muy frecuentado durante o después de comer. Sintiendo algunos síntomas como calor, ardor o dolor en la zona entre el ombligo y la parte inferior del esternón, y una sensación de llenura que es molesta e inicia poco después de comenzar o al terminar de comer.
Esta enunciación un tanto sencilla, es ampliada por el médico e investigador Fermín Mearin, en su artículo ¿Qué es la dispepsia, la dispepsia orgánica y la dispepsia funcional?, publicación en la que recoge la definición del Comité de Roma III, en el que señala que; “la dispepsia es un síntoma o conjunto de síntomas que la mayoría de médicos consideran que tienen su origen en la región gastroduodenal, siendo estos síntomas la pesadez postprandial, la saciedad precoz y el dolor o ardor epigástrico”.
Clasificación de la dispepsia

Mearin, en su trabajo, explica que la dispepsia se puede clasificar en orgánica y no orgánica, o funcional. Sin embargo, cree conveniente añadir una nueva categoría, la dispepsia no investigada.
- En la dispepsia orgánica o metabólica, si la enfermedad mejora o se elimina, los síntomas dispépticos también mejoran o desaparecen. Entre las causas de esta dispepsia, están la enfermedad ulcerosa péptica, el cáncer gástrico, las enfermedades bilio-pancreáticas, las neuropatías y radiculopatías, y las relacionadas con medicaciones.
- En la dispepsia funcional, no existe una explicación identificable de los síntomas. Y se descartan las alteraciones estructurales, las enfermedades metabólicas ni inducidas por el alcohol o fármacos.
- En la publicación de la revista Universitas Psychologica, se denomina también a la dispepsia funcional, como dispepsia no ulcerosa, definida por dolor abdominal superior o malestar epigástrico recurrente o persistente, frecuentemente asociado a síntomas tales como saciedad temprana, náuseas o vómito.
- Para que la dispepsia funcional sea reconocida como tal, esta debe cumplir 4 requisitos:
- Síntomas con una duración mínima de 12 semanas (que no tienen que ser consecutivas) durante los últimos 12 meses.
- Presencia de dispepsia (dolor o molestia abdominal localizado en la parte central del abdomen superior) de forma persistente o recurrente.
- Ausencia de enfermedades orgánicas (debe incluirse la realización de endoscopía digestiva alta) que puedan explicar los síntomas.
- Sin evidencia de que la dispepsia se alivia exclusivamente con la defecación o se asocia con cambios en la frecuencia o consistencia de las deposiciones (para diferenciarla del síndrome del intestino irritable).
- La dispepsia no investigada, es aquella a la que no se le ha realizado un estudio endoscópico, que permita esclarecer si existe o no una causa orgánica de la dispepsia. Al no haber características suficientes para diferenciarla entre orgánica y funcional, se la considera no investigada.
Causas de la dispepsia

Entre las principales causas de la dispepsia, están la dispepsia funcional o idiopática (70%), la úlcera péptica (10%), la enfermedad por reflujo gastroesofágico (5%) y el cáncer gástrico (<1% en Estados Unidos, 9% en Colombia).
Además, también podría deberse a la gastroparesia, la infección por Helicobacter pylori, pancreatitis crónica, enfermedades de la vesícula biliar, esprúe no tropical o esprúe celíaco, parásitos intestinales (Giardia -Lamblia-, Strongyloides), malabsorción de carbohidratos (lactosa, sorbitol, fructosa), antiinflamatorios no esteroideos, antibióticos, hierro y otros medicamentos.
También la dispepsia podría deberse a diabetes mellitus, enfermedades de la tiroides y paratiroides, colagenosis, isquemia intestinal, cáncer del páncreas y otros tumores abdominales.
Signos y síntomas de alarma en la dispepsia
Si además de dispepsia, se tiene alguno de los síntomas de la lista siguiente, es bueno consultar al médico inmediatamente.
- Indigestión que no había tenido nunca antes si usted tiene más de 55 años.
- Sangrado gastrointestinal.
- Anemia inexplicada.
- Llenura precoz (se llena con poca comida).
- Pérdida de peso inexplicada (más del 10% del peso habitual).
- Disfagia progresiva (atoramiento) u odinofagia (dolor al deglutir).
- Vómito persistente, con sangre o heces negras.
- Linfadenopatías.
- Cáncer gastrointestinal en familiares de primer grado.
- Masa abdominal palpable.
Diagnóstico
En este punto, la dispepsia requerirá de un diagnóstico clínico, en el que se exija una minuciosa historia clínica y una cuidadosa exploración física del paciente.
En otro trabajo de Mearin, titulado Dispepsia funcional, menciona que esta historia clínica, deberá constatar el inicio de los síntomas, la duración, su localización e irradiación del dolor, así como la sintomatología asociada, ya sean hábito o medicación.
Pero qué ocurre cuándo esta no es efectiva o no da un diagnóstico preciso, ahí es cuando se requiere de una visualización del tracto digestivo, y para ello, se hace uso de la endoscopia, un procedimiento que permite al médico ver el interior del cuerpo y, además, permitir la toma de biopsias.
Sin embargo, este procedimiento, se lo recomienda en pacientes dispépticos mayores de 45 años, quienes tengan una mayor posibilidad de origen orgánico, en quienes presentan síntomas de alarma (indicados en el renglón anterior), y en aquellos que no responden al tratamiento empírico.
También existen otros tipos de procedimientos para efectivizar el diagnóstico, como la radiología de contraste y las pruebas para la detección de la infección por Helicobacter pylori, descritas en el trabajo de Pinzón y Ospina, Dispepsia: un real desafío diagnóstico.
Y es que la detección de la bacteria Helicobacter pylori, es considerada en la actualidad el principal agente etiológico de la úlcera péptica, y a partir de esto se ha vinculado con la dispepsia funcional, se lee en el trabajo Calidad de vida y factores psicológicos asociados en pacientes con diagnóstico de dispepsia funcional.
Tratamiento

El tratamiento de la dispepsia orgánica depende una vez más del diagnóstico individual de cada paciente, quienes tengan la enfermedad ulcerosa péptica, se le procederá a la erradicación del Helicobacter pylori. Sin embargo, cuando la dispepsia es funcional, no existe un tratamiento completamente eficaz. Pero en el trabajo Enfoque del paciente con dispepsia y dispepsia funcional: actualización, se dan los siguientes medicamentos.
- Antidepresivos tricíclicos: dirigidos a bloquear la hipersensibilidad visceral.
- Inhibidores de la secreción de ácido: están dirigidos a controlar la hipersensibilidad.
- Erradicación de H. pylori: la erradicación de H. pylori sólo mejoraría los síntomas en 5 a 10%, los diferentes estudios han demostrado que eliminar la infección es costo eficaz a largo plazo.
- Procinéticos: la utilización de estos medicamentos tiene como objetivo corregir las alteraciones de motilidad gástrica.
Recomendación
Una de las primeras recomendaciones, se fija en la dieta, que, si bien no existen estudios concluyentes de que ayuden a mejorar los síntomas, evitar sustancias como el alcohol, el tabaco y los fármacos antiinflamatorios, pueden ayudar en cierto modo. De igual forma, se orienta al paciente a comer despacio y masticar adecuadamente para favorecer el procesamiento gástrico de los alimentos
Conclusión
La dispepsia, si has llegado hasta el final del artículo, no es una simple indigestión, es un trastorno digestivo complejo, que requiere de un análisis clínico completo y que debe estar supervisado constantemente.
En Botica Barcia, hemos descifrado esa fórmula para aliviar los síntomas de varios trastornos gastrointestinales, entre ellos, la dispepsia. Así, Estomagol, se convierte en el preparado magistral que puedes tomar antes, durante o después de las comidas. ¡Conócelo!
Estomagol (HB-188)
Estomagol, es un preparado capaz de neutralizar los ácidos biliares e inhibir la formación de gases, aliviando los síntomas de las náuseas, acidez o reflujo ácido, eructos, ventosidades, distensión abdominal, hipo y mal aliento.
Uno de sus componentes es el magaldrato, un antiácido no absorbible, conocido por su capacidad neutralizadora del ácido clorhídrico en el estómago. Aumenta el pH gástrico, reduce la formación y actividad de la pepsina, (solo se activa en medio ácido), ácidos biliares y la lisolecitina. Además, estudios “in vitro” han demostrado que este fármaco no produce liberación de gastrina (hormona estimulante del ácido).
En combinación con la simeticona, Estomagol ayuda a disminuir la tensión superficial de las burbujas gaseosas. Este principio activo administrado por vía oral se utiliza como coadyuvante en el tratamiento sintomático de la flatulencia, en la hinchazón gástrica y dolores por gases postoperatorios, disminuyendo la tensión superficial de las burbujas mucogaseosas, las cuales se encargan de la retención de gases; este cambio en la tensión superficial permite que se rompan y evita la formación de otras burbujas.
Por ello Estomagol, está recomendado ampliamente para la acidez estomacal, pirosis, indigestión, ardor de estómago, hiperacidez asociada a úlceras en el estómago o en el duodeno, porción inicial del intestino delgado, esofagitis por reflujo gastroesofágico, gastritis y dispepsia.
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Bibliografía:
- Cano, E., Quiceno, J., Vinaccia, S., Gaviria, A. M., Tobón, S., & Sandín, B. (2006). Calidad de vida y factores psicológicos asociados en pacientes con diagnóstico de dispepsia funcional. Universitas Psychologica, 5(3), 511-520. https://www.redalyc.org/pdf/647/64750307.pdf
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- Mearin, F. (2010). Dispepsia funcional. Rev Gastroenterol Mex, 75(Supl 2), 19-24. https://d1wqtxts1xzle7.cloudfront.net/50616731/X0375090610873447_S300_es-with-cover-page.pdf?Expires=1620916903&Signature=SCVcsL~iXpZzqspBYtaOaGJpJrxPpUJq8r0x2ZEP-URe0U1X-YfwvGl9weGLNIsbG9s8sz6-ARimGFwhB~MntQPuTNE89–d8UwPIKRDdIMtAhPJO2nrHlR9wzMl4~zl3-m2sWgQSV4WeHxo5iU1nXLaNBYP0PUEBCnRNMVwUaKH4UHujPYBdUrhr4unbVDJYiuBRLlp6Uh7zlljbsa6mTgasTtTfMX1-3bzG6Xgzjh3z7ZotJCn4dktt2HqueV2US7v86UY~Ut9NWPry0ycMSiLoaW~Y4~V33XWknQmhYxo1F9G4fIpkto2VQSq7iuEbcga8LLMGDK7InZG60J53Q__&Key-Pair-Id=APKAJLOHF5GGSLRBV4ZA
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